Ahora, estamos frente a un escenario propio de una película de Ciencia-Ficción como las que hubiera interpretado Schwarzeneger en los 90: Dos personas del rubro mediático preparadas para enfrentarse en las urnas. Y no, amigos míos, no. La futura rival de Donald Trump no es una opción.
Alguno dirá ¿Y que puede ser peor que un tipo que piensa que el cambio climático es una treta china? ¿Que podría salir mal? Pues, veamos.
Empecemos por lo básico: Hay miles de personas en la política estadounidense mas preparadas que Oprah Winfrey para enfrentar a Trump. Gente mucho mas culta, preparada y con mayores conocimientos científicos. Algo clave en un momento de la historia estadounidense en que el país se enfrenta a una secreta guerra fría con China y Rusia, a la tensión nuclear con Corea del Norte, al cambio climático y a una Europa en una creciente crisis demográfica.

Por su plató han pasado astrólogos, adivinos, supuestos videntes, y a todos los ha mirado con esa cara de asombro, de credibilidad absoluta que la caracteriza.
Muy conocida miembra del New Age, se ha dedicado a promover libros donde defiende los conceptos del New Age y sobre todo, la idea de que la mente humana controla la realidad (Donde este movimientos entronca con el postmodernismo). Y por lo tanto si estás enfermo es tu culpa. Si la pseudomedicina que te dio el médico-brujo que contratase no te funciona, es por que no querías curarte.
¿Se imaginan a esta mujer, a esta analfabeta científica en el poder? Sería un equivalente, en daños, a Donald Trump.
Lo dije en mi canal de YouTube: Cada país es lo que su gente es. Que dos showman sean las figuras políticas mas reconocidas es sólo un símbolo de la decadencia cultural de Estados Unidos. De su pésimo sistema educativo primario y secundario. Ninguna nación que haya elegido un showman o un ridículo andante ha salido bien parada. Tan sólo miremos a Venezuela. Pero Estados Unidos es el centro económico mundial.
Tengo miedo. Y creo que todos, deberíamos tenerlo.
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